jueves, 19 de noviembre de 2009

¡Porque NO MAS!

A veces hay que sonrojarse una vez y no mantenerse con palidez toda la vida. Esta frase era dicha por las generaciones de antaño y tenían mucha razón.

Esta es la historia de un grupo o movimiento religioso que tuvo sus orígenes en el lejano oriente. Se fundamenta en la aparición de un “mesías” para nuestra época. La paz mundial, la unificación de la raza humana y la igualdad entre los hombres son algunos de los planteamientos que se “ondean” como requisitos para un mejor vivir. Las barreras idiomáticas, culturales son obstáculos grandes a la hora de optar por este nuevo camino. Pero, lo son más los apegos materiales, los intereses egoístas y los objetivos individuales. A veces da la impresión de que las enseñanzas estuvieran mal traducidas.

Esta corriente religiosa no ha tenido el éxito esperado en mi ciudad natal. Tuvo un fugaz florecimiento promediando los años ochenta. Las razones pueden ser muchas pero talvez una de ellas es que solo unos pocos les interesa de verdad la fe que “profesan”, o quizá porque otros son muy pusilánimes y se dedican a observar los compromisos ajenos o porque los demás se empeñan en destruir de soslayo lo poco que se logra edificar. El desinterés, la falta de compromiso y la poca aceptación de los dogmas hacen que el acercamiento de algunos de sus miembros sea tangencial. Las múltiples ocupaciones, la situación económica y la falta de una creencia real hacen que los participantes de este grupo religioso estén desmotivados, se les note cansados y profesen la fe por simple inercia.

El mundo es cada vez es más competitivo. Los “espacios” son ocupados por los más “aventajados”, por los más dinámicos y por quienes conocen los retos. No queda lugar para el que se sonroje, para el inseguro ni para el que desvíe el camino. Las barreras idiomáticas, las discrepancias ideológicas y los fundamentos religiosos de la comunidad no le han permitido crecer. El tradicionalismo, los dogmas, la poca adecuación cultural suman una pesada carga para quien intente “promocionarla”. La Fe se mantiene casi en el anonimato, aislada, muy cerrada y poco interactiva. Es muy rígida en sus planteamientos, desconoce el entorno, no acepta cambios y se presenta discordante con el medio que la rodea: ¡Tiene comportamiento de un sistema cerrado! Es además muy dependiente de un organismo central nacional, es muy consultiva y no hay lugar para la toma de decisiones.

Todo esto puede ser “obviado” con algo de voluntad, con iniciativa e inteligencia. Pero, ahí está el problema porque la comunidad tiene muy poco de estas tres características fundamentales. Por desidia no se le presta atención a las pocas iniciativas que se presentan. La voluntad escasea y las desinteligencias aparecen sin mucho esfuerzo El pensamiento común se centra en la comodidad de no hacer nada… En estas condiciones: ¡La fe no tiene futuro! ¡La fe está moribunda!...

Cuando se han agotado todas las vías y no se han encontrado oídos atentos, cuando los problemas son más importantes que las soluciones, cuando lo particular prima sobre lo general, cuando las mentes se cierran herméticamente, cuando la manipulación, la mentira y el engaño se imponen es mejor decir: ¡NO mas!... y dar un paso al costado.

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